lunes, 14 de febrero de 2011

Kazan - algunas impresiones


Como me ha costado comenzar la entrada de este blog, pero como siempre, lo complicado es empezar a aventar las frases y posteriormente todo se empieza a acomodar solo.

Después de llegar a Kazan en general todo ha ido de maravilla, la verdad es que no me arrepiento nada de haber escogido esta ciudad como mi primer punto de contacto con la civilización rusa, y creo que me ha ayudado a tener un contacto más cálido con la cultura rusa, que a lo mejor en ciudades más grandes como San Petersburgo o Moscú no hubiera podido.

El traslado del aeropuerto a la casa donde me estoy hospedando fue fascinante, tuve mi primer contacto con el invierno ruso, y sí, la verdad es que el frío es bastante fuerte, en estas dos semanas hemos estado entre -5°C y -38°C, pero la verdad, abajo de los -10°C no sientes mayor diferencia. Algo que he notado mucho, a diferencia de Mariupol (que es la única ciudad con la que verdaderamente puedo comparar en estos momentos), esta ciudad está en un proceso de modernización bastante fuerte, los suburbios cuentan con edificios de departamentos bastante modernos, que la verdad no le piden nada a ciudades como Miami y Chicago ( a su debida escala, por supuesto).

Los rumores de que los caminos rusos son pésimos no son del todo erróneos, si son malos, el pavimento es bastante chafa e irregular, pero creo que lo que más afecta en esta época del año es que hay tanta nieve y hielo en todos lados, que caminos de 4 carriles se vuelven de dos, porque por más que limpien siempre se desborda la nieve de las banquetas hacia la calle.

Al llegar al departamento (o piso, como les gusta llamarle aquí en Europa), el trato fue super cálido, el lugar está excelente, si bien está un poco alejado del centro, pero realmente está bastante cómodo. Tiene dos pisos, pero el piso de abajo, donde me estoy hospedando es casi casi un departamento completo para mi solo, tengo tele, cama, sofá, cocina y baño, ¿qué más podría pedir?

La familia con la que me estoy quedando es excelente, la niña que me está hospedando se llama Masha (María) y pues la mitad de la semana está con sus padres, y otra temporada se van a su Dacha (casa de campo) en los suburbios. Masha estudió filología y vivió una temporada en Galicia, y la verdad es que habla tanto inglés como español de una manera impresionante, si me la encontrara en la calle y me hablara en español podría jurar que es española y no rusa.

Todos ellos me han tratado con bastante afecto, algo que también me ha sorprendido en general es que la gente por aquí ya en confianza es muy cálida, muy hospitalarios y siempre con ese ánimo de hacerte sentir cómodo.

Algo que pensé que me iba a costar trabajo iba a ser la comida, de la que llegué a ver en internet no se veía muy apetitosa siendo muy honestos, pero ya estando por acá me he dado cuenta de que tienen algunas cosas bastante ricas, y lo poco que he probado de la comida tátara realmente es deliciosa, en cuanto a condimentos, y riqueza en sabor no le pide nada a la mexicana. Eso sí, un gran problema que me he topado es a la hora de comprar la comida en el super, por varias razones, la primera es que estoy acostumbrado a comprar comida preparada (soy flojo, y que?), y por acá es más como un super de hace 15 años, donde solo encuentras verdura y fruta fresca, carnes, lacteos y demás, y pues tienes que arriesgarte a comprar todos los ingredientes por separado para prepararte tu comida. Hay algunas cosas que no he querido comprar ya que de por si ando bastante oxidado en eso de la cocinada, y además como que faltan otros ingredientes importantes (como limón) para echarle buen sazón al asunto. Así que mi alimentación en gran parte ha sido de carnes frías, Pilmeni, que son una especie de ravioles rellenos de carne, bastante ricos si los cocinas con mantequilla, y yogurt.

Lo que sí, llevo casi una semana de no comer Pilmeni, se me ocurrió preparar 500g de él, porque dije, "si me lo acabo ¿porqué no?", y vaya, que si era demasiado, lo tuve de comida, cena y desayuno al día siguiente.

Fuera de ahí, en los restaurantes que he comido en general la comida es muy variada y rica, probé el Tatar Azu, que es como un guisado de papas con carne, pero como con hierbas también, de las cosas más deliciosas que he probado en mi vida, me declaro fan.

Por ahora terminaré esta entrada de blog, al rato ingreso otras, ya que hay muchas cosas que comentar de la vida por acá

lunes, 31 de enero de 2011

Kazan, la llegada

Pues van mis primeras 24 horas aquí en Kazan, así que yo creo que ya puedo dar mis primeras impresiones y aventuras por acá.

Todo comenzó desde la llegada al aeropuerto de la Ciudad de México, no tuve ningún contratiempo e ingresé a la fila del Club Premier de Aeroméxico para documentar, ahí me echó la mano mi hermana que no se como convenció a los chavos de aeroméxico para que pudiera pasar rápido por ahí.

Pensé que me iban a cobrar cargo por el exceso de equipaje (llevaba dos maletas de 19kg) pero no tuve ningún problema, el único detalle es que la señorita quería darme los boletos y las claves para que el equipaje llegara directo a Rusia, pero me comentó "estoy viendo el mandar sus maletas hasta Rusia" a lo que yo le respondí "eso sería genial", y me dice "pero no puedo", ouch, así que ni modo, tendría que recogerlas en Estados Unidos y volver a documentar.

Pasé al Wings con mi familia y tuvimos un buen desayuno, me eché una arrachera a la tampiqueña, el último platillo mexa que me iba a aventar en un muy buen rato, así que aproveché y super a gusto. En eso se me acerca una persona y me pregunta "puedo tomarme una foto con usted?", me sacó muchisimo de onda, y yo así de "como porque?", como que ya me vio bien y me pregunta "usted no es de TV Azteca?", "errmmm no!", "oh usted disculpe", y se va, la verdad me dio mucha risa el asunto.

Pues ya paso a la sala de espera y todo muy bien, sin retrasos ni nada, salvo las pinche mil revisiones (que insisto, es pura cuestión psicológica sin efectos reales) ingresamos al avión, y a iniciar la travesía. Estuvo muy a gusto porque iba en el asiento de la ventana pero nadie enmedio, entonces tuve dos asientos para echarme a gustisimo, y la verdad es que la chica de al lado no estaba de mal ver, aunque no cruzamos palabra, no estaba tan de buen humor. El vuelo estuvo bueno pero lo que si es que el desayuno que nos dieron ahí (si, desayuné dos veces, grave error) fue la cosa mas horrorosa que he probado en mi vida, eran unos huevos con salchicha pero como fueron cocinados en masa, estaban todos duros y chiclosos, sudados aparte por el contenedor de aluminio, y además como que me hicieron daño, como al rato aclararé.

Nueva York se veía muy bien desde el aire, todo gris y nevado, le da un toque bastante interesante que no me había tocado ver, un día regresaré por estas épocas a visitar a detalle. Aterrizamos en el aeropuerto JFK y pasar migración fue algo bastante rápido, no hubo ningún otro vuelo así que la fila fue muy ligera, lo que si, el oficial no encontraba mi visa y me pregunta "vive usted aquí?" yo así de "no", "es que no trae visa", y yo así de "si, ahi está", "no, aquí no está", que le quito el pasaporte y le abro en la página donde estaba y le pongo jeta así de "que wey eres", no me dijo ya nada, solo "está bien, pase", jajajaja me estaba riendo por dentro.

En fin, salgo al área de check-in, y voy al mostrador de Aeroflot para documentar mi siguiente parada, Moscú, ahí me atendió un cuate como de la India lo que me llamó mucho la atención, pero todo el proceso estuvo rápido, lo que no me latió es que después de que checaran y pesaran tu equipaje tenías que llevarlo a un área de seguridad a documentarlo, como que me dio mala espina eso.

Estuve poco rato en el JFK, como media hora sin hacer nada, ya que las otras horas las invertí en los clásicos trámites de documentación, migración y demás. Finalmente entramos al vuelo a Moscú y la verdad quedé muy impresionado de los aviones de Aeroflot, super moderno, un Airbos A330 o algo así, pero muy cómodo, y algo que me llamó la atención es que los rusos vaya que saben viajar en avión, todos con ropa cómoda, pantuflas para andar descalzos todo el tiempo, y con sus almohaditas y demás.

La comida en este avión fue deliciosa, aunque ya empezaba con malestares del desayuno de horas atrás. En este caso comí un guisado de carne con champiñones y una ensalada de judías con maíz amarillo, todo muy rico, un jugo de tomate que sabe muy diferente al americano, pero bastante sabrozón. Al contrario de lo que me llegó a pasar en Ucrania, las personas extremadamente amables, gente muy decente y amigable, me gustó mucho, también ahí estuve ayudando a una niña americana a llenar su formulario de entrada a Rusia, aunque yo tampoco tenía mucha idea :P, pero tenía ojos bonitos, asi que quien era yo para negarme. También nos dieron de desayunar unos "pancakes" que obvio no eran eso, de hecho medio me asusté porque me pasaron algo que tenía el color y la forma de huevos revueltos (vinieron las imágenes escabrosas del desayuno de Aeroméxico a mi mente), pero bueno, sabía que tendría que aguantar muchos sabores que tal vez no serían de mi agrado, pero oh grata sorpresa, no era huevo, era como una especie de queso bastante rico, la verdad me gustó también bastante.

Aterrizamos en el aeropuerto Shemeritovo, y estuvo todo también muy tranquilo, tardé un poco en pasar migración porque la oficial nunca había visto una visa como la mía, incluso tenían unos como microscopios portátiles y lo estuvo usando para examinar a detalle cada parte del documento. Luego escaneó mi pasaporte y finalmente me dejó pasar, el frío estaba muy relax, -4°C, pero lo que si es que el jet lag me estaba empezando a pegar bien fuerte, además empecé a sentir los estragos del maldito desayuno de Aeroméxico, nada grave, pero parecía que dos aliens se estaban peleando dentro de mi estómago, un gruñidero impresionante, que hasta me daba pena por lo ruidoso.

Tardé casi una hora en recoger las maletas, pero afortunadamente llegaron bien, al documentar para el transbordo tuve un problema ya que el peso permitido es mucho menos, así que finalmente tuve que pagar exceso de equipaje. Se tardaron también otro ratote porque el sistema no les dejaba cobrarme pero tampoco dejaba dar de alta la maleta,finalmente llegó el supervisor del supervisor del jefe de turno y desbloquearon el sistema, también destacando que el trato fue increíble, la verdad no lo esperaba de los rusos caray, que buen detalle.

Volví a entrar a la zona de salas, y algo muy curioso, como que cada país le añade su toque a la seguridad, aqui fue muy tranquila, pero por ejemplo, te daban unos zapatitos de esos de cirujano para que te los pusieras y no anduvieras descalzo, y no son tan sangrones como en Mexico o USA.

Estando ahi me pasó algo muy bizarro, el jet lag lo traía a todo lo que daba, tan es así que ni siquiera puse bien la hora y pensaba que tenía media hora cuando en realidad iba a estar como cinco ahí dentro, traté de ir al baño para ver si eso aminoraba mi pelea de aliens intestinal, pero no había papel en ningún baño, así que a aguantarme con el gruñidero, y aparte estaba tan cansado que quería dormir, pero como estaba sentado y con algo de frío (la sala estaba a temperatura ambiente) empecé a tener una serie de malos viajes bien intensos. Apenas cerraba los ojos y empezaba a soñar cosas raras, pero ligadas con lo que estaba pasando en ese momento, daban algunas indicaciones por el altavoz y en mis sueños las escuchaba en español, y despertaba cuando cabeceaba bien cañón, aparte, para colmo de males, olvidé mi libro, y me quedé sin pila de la laptop en Nueva york, así que nada mas estaba haciendo tiempo a lo wey, que horrible es esperar sin tener nada que hacer, estuve viendo las noticias en las teles, y me chuté dos horas de un especial de la crisis en Egipto donde repetían las mismas cinco imágenes una y otra vez.

Finalmente asignaron sala a mi vuelo, que también fue un relajo porque hubo como cinco vuelos a Kazán y todos de Aeroflot, y la sala correspondiente a mi vuelo traía otro vuelo en su pantalla de información, lo malo es que nos tocó abordar un autobus en la intemperie para ir a terminal remota y no me había cambiado, traía ropa para andar en México, no a -15°C como ya había caído la temperatura, pero no hubo tanto problema, ya que traía la chamarra de astronauta, me la puse y sin ningún problema, solo que el autobus tardó como 20 minutos en llegar a la posición remota y los tubos para agarrarse estaban helados.

Finalmente pude subir al avión, para no perder la costumbre me tocó ventana y con nadie en el asiento de enmedio, solo una chica rara en el asiento de pasillo, que literal se apañó el asiento de al lado, pero no me importó, solo me recosté, y traté de dormir mientras los aliens ya luchaban por salir a través de mi pecho, juro que era una sinfonía, que horrible.

Después de una hora y media, el capitán dio el aviso de inicio del descenso, me pude despertar y darme cuenta que no se veía nada, la neblina a todo lo que daba, ni siquiera veía el ala caray,en eso el avión empezó a balancearse de un lado a otro con algo de violencia, como en esas caricaturas donde el piloto trata de atinarle a la pista, había un viento cruzado super méndigo y fue justo en ese momeno que alcancé a ver el suelo, no se distinguía porque todo estaba blanco por la espesa nieve, pero ya estábamos a unos veinte metros de altura, no me apaniqué pero si me alteró un poco. Seguía bajando en zigzag hasta que ya estabamos arriba de la pista, y justo un metro antes de tocar, pudo enderezar la nave y literal dijo "ahora o nunca" y dejó caer el avión sobre la pista, si fue un impacto algo fuerte, pero por lo menos fue plano, no se sintió derrapado ni nada por el estilo, la verdad si la sentí cerca.

Finalmente en el aeropuerto me estaba esperando un chavo de la universidad, buena onda, recogí las maletas (ahí si me pidieron los tickets de equipaje, como suelen hacer en México) y salimos al estacionamiento. Con la guerra de aliens y el cansancio fue un calvario, caminamos como 300 metros en la nieve, arrastrando las maletas, a veces el hielo compacto ayudaba, otras veces las maletas se hundían y tenías que hacer fuerza para arrastrarlas, finalmente casi al llegar al carro tuve tremendo resbalón (el primero de muchos por venir) y caí de nalgas al suelo, afortunadamente solo me dolió el orgullo (como todas las veces).

En el carro tuve mi primera impresión de Kazan, la verdad es que a ratos se veía muy moderna, no le pide nada en cuestión de arquitectura a ciudades del norte de Estados Unidos o de Canadá, al llegar me recibió Masha y su familia, finísimas personas, me hicieron cenar como puerco, y tuvimos una plática super amena, tal vez solo opacada por los ruidos de mis tripas, no manches, me duraron dos días y se quitaron de la nada, esa fue mi épica llegada a Kazán, espero en los días venideros postear lo que viene que es todavía mas interesante :D

miércoles, 26 de enero de 2011

Un día, una motivación

Hay veces que quisiera poder twittear en la calle o que de manera mental pudiera componer los tweets o las entradas de blog sin necesidad de perder la atención a mi entorno, hay muchas veces en que pienso que la creatividad me llega justo cuando estoy caminando por estas oscuras calles de la ciudad, sintiendo esa brisa nocturna y fresca en la cara, pero en fin, tendré que conformarme con llegar a mi hogar y aprovechar un teclado de verdad y un vaso de agua para traer a la mente todas aquellas experiencias de hace unos momentos.

Llevaba rato de no viajar por la ciudad así, caminando, solo, disfrutando mi soledad, pero lo mejor de todo, saliendo por un rato de este plano tecnológico javero, de sistemas, etc. y centrándome en otros aspectos que el 90% de mi vida consideraría intrascendentes, pero que de vez en cuando resulta sabroso para relajar la mente.

Es muy interesante observar a las personas mientras caminas, tratando de entrar en sus mentes, armar una historia acerca de ellos, ver como varios llevan esa cara de fastidio y las ansias de llegar al hogar, ver como para otros tantos el día apenas comienza, y algunos como es que la vida simplemente los lleva, un simple ir y venir, en una existencia monótona y vacía. A veces no me explico como podemos estar tantas personas tan interconectadas, compartiendo espacios y tiempos, pero a la vez en una situación de aislamiento absoluta, muy en el fondo no me molesta ya que a final de cuentas mi fuerte no son las relaciones interpersonales, pero hay veces que me da mucha curiosidad como es que mi simple presencia podría alterar el destino de otras personas, desde el simple hecho de un empujón discreto a la hora de abordar el metrobus, una mirada hostil, el humor saliendo de la axila de alguien mas.

Como que hoy fue un día de mi reconexión al mundo, donde escapé por un rato de mi y mi entorno inmediato, para experimentar y convivir con lo que tengo alrededor.

Y todo esto motivado por un agente externo, podría llamarlo cita, una salida, pero simplemente fue un café, y desató una serie de sucesos que no llegan a ser muy comunes. Tengo la costumbre de arreglarme una vez al día, a menos que sea una ocasión demasiado especial o formal, mi estilo es el pandroso definitivamente, no tengo porque fingir mi apariencia, un traje bonito solo oculta tu idiotez hasta el momento que abres el hocico, y soy de los que prefieren ser subestimado de primera intención, hasta que dichas personas se dan cuenta de las capacidades de uno. En fin, esa es plática para otra ocasión, el caso es, que por hoy me arreglé, cambié mi look laboral pandroso por mi look más formal.

La verdadera razón por la que lo hice es un poco incierta, a veces ni yo mismo entiendo mis emociones o impulsos, pero trataré de explicarlo con las escazas palabras que me otorga el lenguaje escrito. Conozco a una niña, no podría decir que estoy enamorado de ella, pero tampoco puedo decir que me es intrascendente, no puedo decir que me gusta, para mi el gusto siempre ha sido una emoción muy engañosa, te puede gustar un bistec muy jugoso, pero cuando acabas de comer abundantemente es difícil que quieras saber de él, los gustos están muy casados con tu humor y la situación en que te encuentras en el momento, un día puedes amanecer pensando en una niña y gustándote apasionadamente, y otro día te levantas de malas y no quieres saber de ella. No, ella no me gusta definitivamente, no de esa manera, no podría tenerla en esa categoría donde todo está sujeto a mis hormonas, mi estado de ánimo o simplemente a un capricho.

Describirla entonces se vuelve complicado, transmitir ese sentimiento es todavía más cercano a lo imposible, la percibo más como una fuente de inspiración, en cierto modo una musa y una persona a la que admiro, hemos cruzado conversación muy poco tiempo, pero hay detalles y características en ella muy ocultas a cualquier otro ojo pero que yo las encuentro destacables. Es curioso, nuestros destinos seguramente caminan por senderos bastante separados, probablemente por su mente no pase nada de esto, pero por lo menos modifica mi conducta, altera mis pensamientos, y me hace sentir bien. Me recuerda a mí en algunos aspectos (recordar? eso implica que ya no soy así?), me sorprende sus momentos de fortaleza, pero a la vez me reconforta saberla frágil como damisela, y tener esos escazos segundos para comfortarla, veladamente protegerla y hacerla sentir seguridad. Amarla? no lo sé, pero me motiva a sacar lo mejor de mí, sin dejar de ser yo y sin querer sobresalir en lo que soy.

Podría decirle todo esto, pero no es el momento, ni la forma, como bien dije, cada quien va por su sendero, cuando nos cruzamos ocasionalmente la verdad es que por lo menos para mí es una experiencia única, por desgracia nuestros senderos se separarán un buen tramo de tiempo, ella vivirá su vida, y yo estaré luchando de este lado, así pasan las cosas, pero por mientras, puedo quedarme con la satisfacción y el eterno agradecimiento de haber compartido con ella un día como hoy.

miércoles, 19 de enero de 2011

Put Attention!

O lo que es lo mismo, maldita tensión!!!

Ya he tratado de desahogarme de todas las maneras diferentes, así que un grito más por este lado no caería nada mal.

En fin, el caso es que llevo haciendo planes para un gran evento desde hace tres o cuatro meses,todo bien planeado y con calma, sin omitir ningún solo detalle, para que lleguen una bola de burócratas y empiecen a echar todo a perder, demonios, por fortuna no todo está perdido, por ahora, pero me están obligando a realizar una serie de trámites en el último minuto del plazo, lo cual además me pone absolutamente de malas, porque si algo puede salir mal, es especialmente en estos momentos.

Me molesta porque la gente no sabe lo que realmente significa esto para mi, es parte de mi plan de vida si quieren que lo aterrice en unas cuantas palabras, hay muchas cosas en juego, muchas partes de mi ser que necesitan de esto, he metido demasiado tiempo, dinero y esfuerzo, y todo para que se ponga en esta situación, y luego para acabarla de amolar tengo que sentarme a esperar, no puedo tomar ninguna acción proactiva, salvo tener la esperanza que los terceros involucrados y nada cooperativos hagan su chamba y las cosas me lleguen en el momento correcto y al lugar correcto para que entonces si, pueda tomar cartas en el asunto.

Damn it... lo malo, es que mientras tanto seguiré con mi insomnio...

lunes, 16 de agosto de 2010

Masacre en ambulancias

Estoy en el elevador de un hotel, junto conmigo la hostess del mismo, y una serie de desconocidos sin importancia. Ella y yo platicamos, reímos, la pasamos bien, salimos del elevador, la gente ya no está.

Estamos en un hall muy grande, el techo es como un domo geodésico, mucha vegetación, agua. Caminamos a unas escalinatas, le hago una pregunta incómoda a la hostess, si venía de otro país, si era nativa de ahí y si vivía sola, se ofende, me mira despectivamente y menciona que la he decepcionado. Sin darle importancia observo con detenimiento las escalinatas, hay gente dormida, con cobijas. Como huéspedes del hotel que se hartaron del cuarto, un par de personas con razgos españoles de un lado, una familia de cinco del otro, observo el piso a los pies de la escalinata, otras tantas personas, acostadas también, compañeros de la escuela.

Un periódico en la escalinata, lo tomo, no lo puedo leer pero se que habla de una familia que pudo huir exiliada de otro país, gracias a la ayuda del consulado. Esa misma familia se encuentra acostada en la escalinata a mis pies.

Siguiente escena, tres paramédicos, dos ambulancias, se escuchan disparos, el primer paramédico cae incado, la puerta de una ambulancia se salpica de sangre, otro disparo, el mismo paramédico bañado en sangre a la manera de Kill Bill y cae al piso muerto. El segundo paramédico salpicado en sangre arroja las llaves de manera agresiva al agresor, el cual está fuera de la vista, el tercer paramédico graba todo con su celular, instantes después el segundo paramédico cae muerto bañado en sangre también, el tercero deja caer la cámara, más disparos, silencio, oscuridad.

Regreso al hall del hotel, platico con la familia de exiliados, se quejan de la aburrición de Estados Unidos, platico de mis experiencias en San Antonio, de Fiesta Texas, schlitterbahn, las idas a pescar.

El escenario cambia a un estacionamiento techado, colores azulados, iluminación pobre, mucha humedad, una voz en off se queja de que las lanchas remolcadas no pueden ser estacionadas en un estacionamiento normal, replico que ese problema nunca me ha pasado a mi. Veo la silueta de una camioneta remolcando una lancha reflejarse en la pared justo frente a mí.

Cambio de nuevo, nuevamente la escena de las ambulancias, todo igual, pero en cámara lenta, veo como cae de nuevo el primer paramédico, con expresión entre sorpresa y sufrimiento, mientras el tercero prepara su cámara.

Despierto, mi cabeza fuera de la almohada, cubierto completamente por las cobijas, bañado en sudor. Vuelvo a soñar, por esforzarme en recordar este sueño, no recuerdo el último

jueves, 8 de julio de 2010

Detalle minusculo al usar TagLibUnitTestCase

Este es un tip rápido al usar TagLibUnitTestCase, e infiero que sirve para invocar clases que utilicen mocks y que además se prueben mediante la invocación de closures.

Al utilizar TagLibUnitTestCase uno tiene la variable tagLib, que como tal es la instancia de la clase que estás probando, en mi caso yo uso algunas dependencias que utiliza mi libreria de tags y se las inyectaba de manera manual, pero al invocar el código de la siguiente manera:


tagLib.dojoField(
[bean:impuesto,field:"totalImpuestosRetenidos",
useLabelTemplate:true],null)


Pero la prueba unitaria fallaba, mandaba NullPointerException, curiosamente al invocar cualquier método de las dependencias, al realizar diversas pruebas me di cuenta que al invocar el closure de esa manera, se creaba una nueva instancia de tagLib, naturalmente, sin las dependencias que había inyectado previamente.

Para evitar caer en ese error, solo tenemos que invocar el closure a la manera "java", usando el método call() del closure:


tagLib.dojoField.call(
[bean:impuesto,
field:"totalImpuestosRetenidos",
useLabelTemplate:true],null)


Y de ésta manera no tendrá ese comportamiento extraño.

Cabe mencionar que probé en Grails 1.3.2

miércoles, 5 de mayo de 2010

Getting annotations in Grails Domain Classes

A quickie post, I've disappeared for a while, but I'll be back with tons of new posts, for now, here is a quick way to get annotations on Grails Domain Classes, it might be helpful for doing some post processing of your domain model with the help of a plugin

For this example I'm getting the field annotations of all declared fields in my declared domain classes, using the doWithApplicationContext closure that comes with all plugins:


def doWithApplicationContext = { applicationContext ->
for(GrailsDomainClass domainClass in application.domainClasses) {
println "DOMAIN CLASS ${domainClass}: "
domainClass.clazz.declaredFields.each{
field ->
if(field.declaredAnnotations){
println "${field.name} has the following annotations: ${field.declaredAnnotations} "
//Do some more processing
}
}
}
}