lunes, 14 de febrero de 2011

Kazan - algunas impresiones


Como me ha costado comenzar la entrada de este blog, pero como siempre, lo complicado es empezar a aventar las frases y posteriormente todo se empieza a acomodar solo.

Después de llegar a Kazan en general todo ha ido de maravilla, la verdad es que no me arrepiento nada de haber escogido esta ciudad como mi primer punto de contacto con la civilización rusa, y creo que me ha ayudado a tener un contacto más cálido con la cultura rusa, que a lo mejor en ciudades más grandes como San Petersburgo o Moscú no hubiera podido.

El traslado del aeropuerto a la casa donde me estoy hospedando fue fascinante, tuve mi primer contacto con el invierno ruso, y sí, la verdad es que el frío es bastante fuerte, en estas dos semanas hemos estado entre -5°C y -38°C, pero la verdad, abajo de los -10°C no sientes mayor diferencia. Algo que he notado mucho, a diferencia de Mariupol (que es la única ciudad con la que verdaderamente puedo comparar en estos momentos), esta ciudad está en un proceso de modernización bastante fuerte, los suburbios cuentan con edificios de departamentos bastante modernos, que la verdad no le piden nada a ciudades como Miami y Chicago ( a su debida escala, por supuesto).

Los rumores de que los caminos rusos son pésimos no son del todo erróneos, si son malos, el pavimento es bastante chafa e irregular, pero creo que lo que más afecta en esta época del año es que hay tanta nieve y hielo en todos lados, que caminos de 4 carriles se vuelven de dos, porque por más que limpien siempre se desborda la nieve de las banquetas hacia la calle.

Al llegar al departamento (o piso, como les gusta llamarle aquí en Europa), el trato fue super cálido, el lugar está excelente, si bien está un poco alejado del centro, pero realmente está bastante cómodo. Tiene dos pisos, pero el piso de abajo, donde me estoy hospedando es casi casi un departamento completo para mi solo, tengo tele, cama, sofá, cocina y baño, ¿qué más podría pedir?

La familia con la que me estoy quedando es excelente, la niña que me está hospedando se llama Masha (María) y pues la mitad de la semana está con sus padres, y otra temporada se van a su Dacha (casa de campo) en los suburbios. Masha estudió filología y vivió una temporada en Galicia, y la verdad es que habla tanto inglés como español de una manera impresionante, si me la encontrara en la calle y me hablara en español podría jurar que es española y no rusa.

Todos ellos me han tratado con bastante afecto, algo que también me ha sorprendido en general es que la gente por aquí ya en confianza es muy cálida, muy hospitalarios y siempre con ese ánimo de hacerte sentir cómodo.

Algo que pensé que me iba a costar trabajo iba a ser la comida, de la que llegué a ver en internet no se veía muy apetitosa siendo muy honestos, pero ya estando por acá me he dado cuenta de que tienen algunas cosas bastante ricas, y lo poco que he probado de la comida tátara realmente es deliciosa, en cuanto a condimentos, y riqueza en sabor no le pide nada a la mexicana. Eso sí, un gran problema que me he topado es a la hora de comprar la comida en el super, por varias razones, la primera es que estoy acostumbrado a comprar comida preparada (soy flojo, y que?), y por acá es más como un super de hace 15 años, donde solo encuentras verdura y fruta fresca, carnes, lacteos y demás, y pues tienes que arriesgarte a comprar todos los ingredientes por separado para prepararte tu comida. Hay algunas cosas que no he querido comprar ya que de por si ando bastante oxidado en eso de la cocinada, y además como que faltan otros ingredientes importantes (como limón) para echarle buen sazón al asunto. Así que mi alimentación en gran parte ha sido de carnes frías, Pilmeni, que son una especie de ravioles rellenos de carne, bastante ricos si los cocinas con mantequilla, y yogurt.

Lo que sí, llevo casi una semana de no comer Pilmeni, se me ocurrió preparar 500g de él, porque dije, "si me lo acabo ¿porqué no?", y vaya, que si era demasiado, lo tuve de comida, cena y desayuno al día siguiente.

Fuera de ahí, en los restaurantes que he comido en general la comida es muy variada y rica, probé el Tatar Azu, que es como un guisado de papas con carne, pero como con hierbas también, de las cosas más deliciosas que he probado en mi vida, me declaro fan.

Por ahora terminaré esta entrada de blog, al rato ingreso otras, ya que hay muchas cosas que comentar de la vida por acá

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